El Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque forma en su conjunto uno de los archivos nobiliarios más importantes de España.
La documentación que contiene es fundamentalmente de tipo privado: testamentos, donaciones, mercedes reales, pleitos, cuentas, testamentarías, correspondencia, etc., aunque a causa de los importantes cargos ocupados por estos nobles, parte de esa documentación tiene connotaciones públicas.
Cronológicamente, los documentos se extienden desde el siglo XII hasta 1994, año en que murió el XVIII Duque de Alburquerque.
Actualmente, los fondos documentales están depositados en la Torre del Homenaje del Castillo-Palacio de Cuéllar. También en esta torre, se encuentra el Archivo Histórico Municipal de Cuéllar y de la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar.
Este Archivo custodia toda la documentación generada por la villa de Cuéllar desde el momento de su repoblación. El documento más antiguo que se conserva
data de 1184; se trata de una carta real de venta por la que la villa de Cuéllar compra a Alfonso VIII el señorío de Perosillo. A partir de este momento la villa y su tierra, debido a la pertenencia a la corona castellana (señorío de realengo), sufrirá los avatares de la política. Con frecuencia, el rey dona el señorío de Cuéllar a miembros de la familia real, como es el caso del infante Fernando de Antequera; la reina Beatriz, esposa de Juan II; validos como Álvaro de Luna y Beltrán de la Cueva; o para pagar dudosas fidelidades en los tiempos de minoría del rey, como es el caso del infante Don Juan Manuel. Así, se llega a dar el caso de que, siendo una villa castellana, perteneció al rey de Aragón Fernando de Antequera, a los infantes aragoneses o al rey de Navarra. Todos estos acontecimientos han dado lugar a una buena muestra de documentos medievales.
data de 1184; se trata de una carta real de venta por la que la villa de Cuéllar compra a Alfonso VIII el señorío de Perosillo. A partir de este momento la villa y su tierra, debido a la pertenencia a la corona castellana (señorío de realengo), sufrirá los avatares de la política. Con frecuencia, el rey dona el señorío de Cuéllar a miembros de la familia real, como es el caso del infante Fernando de Antequera; la reina Beatriz, esposa de Juan II; validos como Álvaro de Luna y Beltrán de la Cueva; o para pagar dudosas fidelidades en los tiempos de minoría del rey, como es el caso del infante Don Juan Manuel. Así, se llega a dar el caso de que, siendo una villa castellana, perteneció al rey de Aragón Fernando de Antequera, a los infantes aragoneses o al rey de Navarra. Todos estos acontecimientos han dado lugar a una buena muestra de documentos medievales.
Así mismo, el funcionamiento normal de la villa ha generado toda una documentación relacionada con la administración local, que va desde las Actas y Acuerdos del Regimiento; patronatos de obras pías como las fundadas por el arcediano Gómez González, el capitán Gabriel de Rojas o Francisco Velázquez de Bazán; Cuentas de la alhóndiga y el Pósito; Corrección Pública (cárcel); Instrucción Pública; Elecciones; Quintas; Expedientes de obras, etc., llegando cronológicamente la documentación hasta 1980.
El Archivo Histórico de Cuéllar se completa con una sección que contiene los documentos referentes a la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar. Documentos que cronológicamente van desde el siglo XIII hasta los años 50 de nuestro siglo y que temáticamente abarcan todo lo que fueron propiedades comunes, en especial pinares, montes, dehesas y pastos, por lo que hacen referencia tanto a la propiedad y delimitación de estas posesiones, como a su aprovechamiento maderero, resinero, ganadero o agrícola.
En su conjunto, el Archivo Histórico forma un continuo a través del cual podemos ver el funcionamiento de una entidad territorial que compartía el titular del señorío y una serie de propiedades territoriales, así como una red de comunicaciones de aprovechamiento ganadero (cañadas) y que hasta la división de España en provincias realizada en el siglo XIX era una entidad administrativa a nivel nacional.
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